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jueves, 27 de noviembre de 2014

CONCEPCIÓN ARENAL

Forma parte de la sistematización de los Servicios Sociales a nivel nacional. Persona con actitud combativa hacia las injusticias de su época. Se vistió de hombre para poder asistir a la Universidad Complutense de Madrid y licenciarse en la Facultad de Derecho.
En 1861 publica “Beneficiencia, filantropía y caridad”. En esta obra analiza el proceso histórico de la beneficencia, planteando los principios de la misma y estableciendo una relación entre la caridad privada y la beneficencia pública. Todo esto marcando los límites de la intervención estatal.




Distingue dos elementos de la beneficiencia:


-Material (Poder): capacidad de ciertas personas para ofrecer ayuda y que deriva de la condición social propia de determinados estratos sociales.


-Moral (Deseo de hacer el bien): cuya influencia es la religión cristiana. Cada persona tiene el deber y el compromiso de socorrer al prójimo y lo contempla como una de las virtudes principales del ser humano.


Estableció tres puntos débiles de los colectivos en grado de exclusión con los que trabajaba:


-Espíritu de localidad:

  • Descentralización administrativa.
  • Poca uniformidad en las leyes.
  • Exagerado respeto a la expresión material de la voluntad fundadores de asilos piadosos. Dando a la beneficiencia un carácter local fatalisimo para el bien de la humanidad.
-Abandono de expósitos:
Beneficencia no trata con el suficiente esmero que exige la situación de las personas. No habiendo unos establecimientos determinados para ellas.


-Maltrato a los dementes:
En los hospitales psiquiátricos se daban situaciones de inmundicia y cuyo métodos curativos consistían en infundir temor.


Destacó en la filosofía penalista cercana a la finalidad de la reinserción social del delincuente, superando los tópicos retributivos y preventivos.
Esto se ve reflejado en artículos diversos: “A la paz”, “El Expósito”, Cuadros de Guerra”, “Dolores y consuelos”
También toco temas estrictamente jurídicos: “La gracia de indulto ante la justicia”, Manual del visitador del preso”, “Estudios penitenciarios”.


Hace una crítica permanente y destructiva denunciando aspectos abusivos de la práctica penitenciaria. Digna sucesora de los precursores del humanitarismo (diferenciémoslo del humanismo) que recorre los caminos de Europa en el siglo XVIII:
Bernardino de Sandoval (“Tratado del cuidado que se debe tener con los presos pobres”)
Cerdán de Tallada (“Visita de la cárcel y de los presos”)
Beccaria (“De los delitos y las penas”),
Lardizábal y Uribe (“Discurso sobre las penas, contraído a las leyes criminales de España para facilitar su reforma”)


Conocía el pensamiento de Röeder y la filosofía Krausista, que pretendía un “racionalismo armónico” en que resolver antagonismos y posiciones encontradas.

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